“El día que dejaste de actuar, sólo para darme amor…”. ‘Brillante sobre el mic’ de Fito Páez nos sirve como excusa para introducir una fecha tan destacada como la de San Valentín, pero desde el amor no romántico. Hoy hablaremos tres películas que eligieron esta particular forma de representar historias que no nos hablan del enamoramiento, sino del amor como una decisión, con sus causas y consecuencias.
‘Anna Karenina’ de Joe Wright (2013)
Esta película narra la historia de amor, escándalo y engaño entre Anna Karenina (Keira Knightley), su esposo Aléksei Aleksándrovich (Jude Law) y el Conde Vrosky (Aaron Taylor- Johnson).
Basada en una novela homónima del autor León Tolstoi, relata un drama dentro de la alta sociedad burguesa del siglo XIX. Anna engaña a su esposo con un joven miembro destacado de la caballería rusa: el Conde Vrosky. Entre Anna y el Conde se desencadena una tortuosa historia de amor, desencuentro y clandestinidad en una sociedad dispuesta a despojarlos de su prestigio.
Anna corre peligro de ser expulsada de la burguesía, de la estabilidad en la que su matrimonio la acomodó y del contacto con su hijo. Estos jóvenes amantes que viven el amor de manera pasional y peligrosa, también se enfrentan a la angustia de dejar de pertenecer por sostener su relación. Así y todo, ambos parecen dispuestos.
Es interesante el personaje de Anna porque representa a la mujer adúltera del siglo XIX, con la particular carga patriarcal y acentuado castigo por no respetar a su matrimonio, hogar y familia. Las demás mujeres, celebradas por su fidelidad por conveniencia, resultan más dignas para la sociedad y también, al igual que los hombres, se encargan de juzgarla y condenarla.
Anna y la historia de esta película nos plantea una pregunta fundamental: ¿Cuántas veces el amor romántico sostiene la infelicidad de sus participantes como método para perpetuar la familia, los buenos valores o la posición económica?
‘La chica danesa’ de Tom Hopper (2015)
Protagonizada por Eddie Redmayne y Alicia Vikander, ficcionaliza la vida del pintor Einar Wegener, el primer caso de reasignación de sexo de la historia. Nuestra verdadera protagonista en esta película será Lili Elbe, nombre de la nueva identidad de género autopercibida por Wegener.
El matrimonio de Wegener y Gerda es atravesado por la búsqueda de quien luego conoceremos como Lili Elbe. Juntes emprenden un camino difícil por el desconocimiento a nivel cultural de la sociedad de finales del 1800 en relación a las diversidades. El acompañamiento incondicional hasta el final de la vida de la protagonista será tópico central del film.
Planteamos otras dos pregunta, quizás las que nos deja esta película: ¿Cabe en el amor romántico la posibilidad de amar por fuera de lo convenido? ¿Aceptar nuevas situaciones sin sentir defraudación ante la orientación e identidad de nuestro/a/e compañero/a/e?
‘El amor en los tiempos del cólera’ de Mike Newell (2007)
Basada en una novela homónima de Gabriel García Márquez relata la historia de amor entre Florentino Ariza (Javier Bardem), un joven notario y Fermina Daza (Giovanna Mezzogiorno), hija de un empresario agricultor.
Estos dos jóvenes se entrelazan en una relación a escondidas hasta que el padre de Fermina la interrumpe por considerar impropio que su hija se vincule con un simple trabajador. El tiempo pasa y el cólera invade Colombia generando muchísimas muertes. Sólo las personas adineradas podían obtener un diagnóstico y tratamiento a tiempo. Tal es el caso de Fermina quien, enferma, es atendida por el doctor Juvenal Urbino (Benjamin Bratt).
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Otra vez, por la conveniencia social y la obligación femenina de preservar el hogar y los buenos valores de familia, Fermina contrae matrimonio con el doctor. El tiempo pasa y Florentino Ariza revisa agazapado los pasos de la niña, ahora mujer, regresando con su esposo al pueblo en donde se conocieron.
Luego de reencontrarse, el rechazo inicial de Fermina hacia el ahora viejo Florentino ofrece un giro más al concepto del amor romántico. Esta historia comienza con la idealización joven del amor, pero luego deviene en un romance que supera el tiempo y la expectativas sociales, rompe ataduras de conveniencia y acepta al otro con su experiencia y errores. Un amor por fuera de lo ideal y más cercano a los traspiés de un amor real.