El 27 de septiembre de 2024 cumplió 10 años el estreno de la película en la pantalla grande. Interestellar está dirigida por el ganador al Óscar Christopher Nolan (Oppenheimer), mientras que la música está compuesta por el célebre compositor Hans Zimmer (Duna: Parte 2).
El film de Nolan ganó como Mejores efectos visuales tanto en los premios BAFTA 2015 como en la 87 edición de los Óscar. La trama del sci-fi gira en torno Joseph Cooper (Matthew McConaughey), un ex ingeniero y piloto de la NASA, que vive con sus hijos y su suegro en una granja, pero que tiene que dejar a su familia para emprender un viaje espacial con un grupo de científicos, con el fin de salvar a la humanidad.
La dilatación del tiempo
La estética cinematográfica de Nolan se caracteriza mayormente por hacer hincapié en la cuestión del tiempo como motor de la historia para dar lugar a diferentes sucesos y temas filosóficos, vinculados con las leyes de la física y de la astronomía.
En el caso de Interestelar, el tiempo se da de manera acelerada, pero al mismo tiempo se ralentiza, a medida que el grupo de exploradores espaciales recorre cada uno de los planetas y la esperanza por terminar la misión y volver a casa se encuentra cada vez más lejana.
En el relato cinematográfico, la aparición de los agujeros de gusano y los agujeros negros funcionan como una especie de portal entre dimensiones para reducir la brecha de espacio y tiempo. Sólo tomando riesgos los personajes descubrirán si sus teorías se cumplen o les deparará otro destino al conocer el lado misterioso del universo.

Referencias a ‘2001: Odisea del espacio’
Uno de los elementos que recupera Nolan de la película de Stanley Kubrick (El resplandor) son las pantallas para comunicarse con la Tierra, que se convierte en el único medio de comunicación entre el grupo de exploradores espaciales y el profesor Brand (Michael Caine).
Otro de los elementos similares al film de Kubrick es el diseño y la estructura de la nave Endurance. También el silencio es otro de los componentes que comparten ambas obras cinematográficas, en el momento en que la cámara muestra a la nave desde el exterior, donde en el fondo se ve el espacio dando la sensación de los solos que están en el universo.
La banda sonora como disparador de emociones
A lo largo del film, la pieza musical S.T.A.Y. se convierte en el leitmotiv del relato, ya que da cuenta de la irrupción de lo inesperado y lo maravilloso que se manifiesta durante el viaje. Esto se puede observar en la escena donde la doctora Amelia Brand (Anne Hathaway) hace contacto con un ser desconocido, generando sentimientos como admiración y sorpresa.
A su vez, dicha pieza musical busca conmover al espectador en los planos donde se muestra la impotencia y la tristeza del piloto Cooper por volver a su hogar y encontrarse con su hija, mientras que la banda sonora se escucha como sonido extradiegético. La interpretación de McConaughey resulta magnífica en este punto, de acuerdo a que logra transmitir a la perfección los conflictos internos que atraviesa el protagonista, haciendo que el espectador sienta empatía por su situación.

La representación del amor
Uno de los tipos de amor presentes en el relato fílmico es el más incondicional y paternal, que es encarnado por Cooper y su hija Murph (Mackenzie Foy), donde el sueño utópico por salvar a la especie humana, el tiempo y la distancia pone a prueba la estabilidad y continuidad de su vínculo.
El otro tipo de amor que aparece en la película es el romance, que es escenificado por la doctora Brand y otro científico, que pone en juego los sentimientos personales y los fines científicos, generando un conflicto de intereses con los demás integrantes del grupo de expedición.
