La perinola girando ahora tiene sentido. “El origen” tiene final explicado y de la mano del mismísimo Nolan. Desde ya te advertimos que habrá spoilers, por lo que si todavía no la viste, te recomendamos hacerlo y también acercarte al mundo de este director, un universo con propuestas que responden a saltos, quiebres en el tiempo e historias no lineales.
¿Quién es Cobb?
Ya pasaron más de 10 años de su estreno y esta película interpretada por Leonardo DiCaprio, Cillian Murphy, Tom Hardy, Joseph Gordon-Levitt y Ken Watanabe sigue siendo considerada uno de los mejores títulos de Nolan en un 87% de la crítica especializada y en un 91% del público en general.
Cobb (DiCaprio) utiliza un dispositivo militar para inducir el sueño de las personas y así robar datos como claves bancarios, datos o ideas mientras sus víctimas duermen. Prófugo de la justicia y acusado del asesinato de su esposa, Cobb crea un sueño compartido en donde cada uno de sus participantes juega un rol importante. Al final, toda esa “realidad” creada lo supera y no ve la forma de mantener sus secretos a salvo.
La clave de los objetos y el desenlace
Es en el final donde se produce la intriga para el público: la perinola que utilizaba Cobb para discernir el sueño de la realidad, es puesta a girar, pero sin que podamos verla caer. Este accionar del personaje interpretado por DiCaprio tenía un propósito: si el movimiento continuaba infinitamente, era un sueño. En cambio, si la perinola caía, estaba en el mundo real.
El pasar de los años, la perinola girando hasta comenzar a tambalearse, el inmediato corte a negro y posterior escena de créditos sumada a ningún comentario oficial de su realizador hizo que la audiencia se dividiera en dos. Pero tranquilos, que el mismísimo Nolan llegó para terminar esta grieta.
En un acto universitario en Priceton, allá por 2015, el director afirmó esto: “Su final funcionó. Cobb se va con sus hijos y él está en su propia realidad subjetiva. Que el objeto quede girando y no le importe, eso es en sí mismo un mensaje: quizás todos los niveles de realidad son válidos. Antes que parezca que el tótem se caiga, decidimos cortar a negro.” La opinión de Michael Cane (Miles), también es contundente. En un reconocido programa de radio el actor británico dijo: “El tótem cae al final de la película. Si yo estoy ahí, entonces es real porque yo nunca estoy en el sueño. Yo soy quien diseñó el sueño.”
Para Nolan, este final no es más que una respuesta nihilista donde la trama se termina, de alguna manera, en la mente de cada espectador. Visar esta película supone saber que el final se autocompleta en la audiencia. En el nihilismo nada realmente importa. El mismo movimiento que genera con el público, de validar cada interpretación autocompletada, también cuenta para el personaje: cada versión de su sueño es válida.
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¿Respuesta final? Cobb vuelve con sus hijos y ni si quiera mira la perinola, ya no le importa. Ahora sí, podemos dormir un poco más en paz.