‘Presence’: otra mirada sobre el género de terror

Presence (2024) es una película fuera de lo convencional que reflexiona sobre la vida, la muerte, el duelo y el dolor de perder a alguien. Dirigida por Steven Soderbergh (‘Logan Lucky’, 2017; ‘Contagion’, 2011) se exhibió en 2024 en el Festival de Cine Fantástico de Sitges. Esta semana se estrena en las salas de cine de nuestro país. En esta nota te contamos qué nos pareció.

La trama gira en torno a una familia que se muda a una nueva casa en los suburbios, pero son testigos de una serie de eventos paranormales que los desestabiliza emocional y mentalmente. La historia está narrada desde el punto de vista del fantasma que habita los interiores de la casa, donde podremos conocer cómo son los vínculos entre los miembros de la familia y sus sentimientos.

A lo largo del filme veremos cómo predominan los planos secuencia y la cámara subjetiva, volviendo al relato más íntimo y cercano con el espectador. El tema del espacio es otro de los elementos que también adquiere mayor peso en la película, ya que es en la casa donde lo desconocido y lo sobrenatural se hace presente y pone en jaque las creencias de los personajes.

La película también muestra cómo el fantasma se acostumbra a la dinámica familiar y establece una conexión profunda con Chloe (Callina Liang), la hija menor de la familia, dando a entender de que esa entidad no busca hacer daño, sino proteger. El personaje de Chloe se caracterizará por ser una adolescente problemática que sufre la pérdida de su amiga y busca cómo superar su dolor. Aquí es donde el fantasma establece las primeras interacciones con ella, que lo harán ver cómo alguien empático y comprensivo.

A través de la perspectiva del fantasma también conocemos cómo la relación entre Chloe y su padre es más cálida y afectuosa, mientras que el vínculo con su madre es más frío y distante, ya que no puede comprender sus emociones ante los hechos sucedidos, como la muerte de su amiga y los eventos sobrenaturales. En cuanto a la relación entre Chloe y su hermano, Tyler (Eddy Maday) es más conflictiva y poco amigable, provocando en algunas ocasiones tensión en el ambiente.

Presence no es la típica película de terror que buscará asustar, sino todo lo contrario: nos incitará a reflexionar cómo percibimos la vida, la muerte y el tiempo.

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