Beetlejuice: la creación de un monstruo controversial

Beetlejuice, el súper fantasma (1988) es un film dirigido por Tim Burton (Miss Peregrine y los niños peculiares), que mezcla el terror con la comedia, haciendo que el espectador sienta fascinación por las distintas formas que toman los fantasmas para asustar a los mortales. 

Luego de 36 años, el villano más peculiar del mundo cinematográfico de Burton vuelve a escena en la secuela Beetlejuice Beetlejuice, que se estrenará el 5 de septiembre de 2024 en cines. Antes de su lanzamiento, te contamos de qué va la primera película.

El humor como algo ajeno a lo terrorífico

La historia sigue a Adam (Alec Baldwin) y Barbara (Geena Davis), una pareja de casados que, tras un accidente fatal, mueren y se convierten en fantasmas. Sin embargo, deben lidiar con la llegada de la familia Deetz que intenta hacer cambios en su casa. Es aquí donde entra en escena el personaje de Beetlejuice (Michael Keaton), un fantasma bioexorcista que ayuda a los fantasmas a echar de su hogar, o de cualquier otro lugar, a cualquier ser vivo que les pueda molestar.

A primera vista Beetlejuice es caracterizado como alguien grotesco y desagradable, vinculado al orden de lo marginal al ser excluido y desterrado del más allá. El uso de la ironía y las múltiples formas que toma para asustar son sus puntos más destacables a lo largo del relato fílmico. Es decir, se transforma desde objetos hasta animales, que por momentos genera sorpresa en el espectador.

El aislamiento como condición de todo relato de terror

En la película, el ambiente se presenta como oscuro y tenebroso, donde el tema del aislamiento es uno de sus pilares fundamentales para que avance el relato, ya que la casa queda un poco alejada del pueblo, haciendo que los personajes sólo interactúen entre ellos y no se relacionen con lo que está afuera de la casa. 

La mayoría de las escenas transcurren en el interior de la misma, donde la presencia de Beetlejuice se va apoderando de cada espacio hasta alcanzar su objetivo. Cabe destacar que cuando la cámara muestra el exterior de la casa se utiliza el plano general y el plano contrapícado, con el fin de exaltar la energía que tiene la misma y que su adquisición será la peor pesadilla de la familia Deetz.

Personajes introvertidos VS. Personajes extrovertidos

La estética cinematográfica de Burton se caracteriza mayormente por crear personajes introvertidos en sus historias, vinculados a lo oscuro y lo extraño. En el caso de la obra cinematográfica, Lydia (Winona Ryder) es representada como una adolescente introvertida y pesimista, que tiene un gran interés por lo sobrenatural, pero a su vez lidia con problemas internos y también con su madrastra, que intenta que todo esté en orden. 

En cuanto a los personajes extrovertidos, se encuentra Beetlejuice que, a través de un humor grotesco, intenta engañar a la pareja de casados e interrumpir la tranquilidad de la familia Deetz. Otro de los personajes extrovertidos es Delia (Catherine O’Hara), la madrastra de Lydia, que se caracteriza por ser impulsiva y ser la máxima autoridad dentro de la familia, dejando en segundo plano la presencia del padre de Lydia.

Al principio Delia se muestra como algo escéptica respecto a lo perteneciente al orden de lo sobrenatural, pero luego de una sucesión de algunos acontecimientos extraños, empieza a creer en el más allá y lo ve como una solución para impulsar nuevamente su carrera como artista. Esto desencadenará graves consecuencias para Adam, Barbara y Lydia, que buscan resolver cuestiones existenciales y burocráticas del más allá.

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