‘Seven’ tuvo uno de los mejores finales dentro de la historia del cine. Su desenlace, tuvo que ser defendido por Brad Pitt y David Fincher. Contra la presión del New York Times y de las negociaciones para cambiar el guión, finalmente lograron que la cabeza permaneciera dentro de la caja. Te contamos lo que sabemos sobre esta película.
Finales alternativos
“Seven” es una película dirigida por David Fincher, allá por el año 1996. Narra la historia del retiro de Somerset (Morgan Freeman). Él, un solitario y veterano detective, acompaña el ascenso de uno joven e impulsivo, David Mills (Brad Pitt). Ambos llevan adelante la investigación de unos crímenes cometidos por un psicópata obsesionado con los siete pecados capitales.
Con esta trama, David Fincher y Brad Pitt tuvieron que pelear mucho para sostener el guión tal y como estaba desde el comienzo. Desde la productora se propusieron diferentes finales alternativos, incluso algunos con un storyboard ya realizado. Pitt siempre se mantuvo firme: “Solo lo haré si la cabeza se queda en la caja”. En el final que estamos hablando, el detective Mills (Pitt) recibe en una caja la cabeza de la víctima Tracy Mill (Gwyneth Paltrow), asesinada por John Doe (Kevin Spacey).
Una de las propuestas rechazadas desde su inicio fue que Tracey fuera secuestrada por John Doe y, de esta manera, los detectives emprendieran una carrera contra el tiempo hasta el final de la película para salvarla. También el estudio de filmación planteó que la cabeza en la caja fuera del perro de Mills y no la de su mujer embarazada. Una variable que también fracasó.
Por último, se optó por una alternativa más verosímil que las demás. La modificación que se planteaba en el guión hacía que Morgan Freeman y Brad Pitt intercambiaran lugares. Al momento del disparo que terminaría con la vida del asesino, Somerset es quien toma la decisión de hacerlo al estar cerca de su retiro y tener mucho menos que perder que el joven detective Mills.
Guión por contrato
Finalmente, y por escrito, el final que lograron defender el director y guionista junto con uno de los protagonistas fue que la cabeza de Gwyneth Paltrow permaneciera en la caja que fue enviada y que, para personalizar la ira en el final, Pitt le quitara la vida de un disparo al asesino.
No queda más que agradecerles a estos dos particulares personajes del mundo del cine por insistir con preservar la idea original, porque no podría haber sido de otra manera.
La frialdad de una cabeza que llega en una caja, junto con un disparo igual de frío resulta incorregible. El clima sombrío y crudo del mundo de los asesinos y los detectives pareciera reclamar finales de este tipo.