Crítica de “El amor vendrá como un incendio forestal”, de Laura Spiner

“El amor vendrá como un incendio forestal”, de Laura Spiner irrumpe con ternura en la Competencia Argentina del 37º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. Esta cualidad no es menos potente cuando se trata de abrir paso al amor y a la tradición de la palabra romántica: las cartas escritas a mano.

Su directora es también guionista y productora. Estrenó su largometraje “Mañana.Tarde.Noche” en el año 2013. Este año vuelve al Festival mediante el género epistolar.

Se trata, entonces, de una película que entrelaza una serie de historias y encuentros amorosos que comienzan con una vecina enamorada que escribe y entrega cartas en secreto. Declara su amor a puño y letra, como en los viejos tiempos y como todavía algunes romantiques lo siguen haciendo.

Sus protagonistas son Milva Leonardi, Francisco Bertín, Paco Gorriz, Julián Infantino, Violeta Pugliese, Victoria Spiner, Jeremías y Estanislao Kuron.

Víví el 37° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata con nuestra cobertura especial.

Las tomas íntimas y tenues del amor

El film de Spiner realiza un trabajo muy íntimo sobre la función de la palabra. Tanto en su pronunciación, en su poder como poesía o prosa y en la importancia de la palabra dedicada como un acto de amor.

También realiza un importante hincapié en reconocer y aceptar la vulnerabilidad humana que implica el acto de amar. Desde la entrega, la duda y el miedo, pero también desde la esperanza, la expectativa y la creencia en el amor como un acto de salvación.

Juega con la poca aceptación de esta vulnerabilidad en un mundo tecnologizado. Los personajes declaran su amor o ruptura mediante cartas.

Para ello, las tomas realizadas a la palabra siendo escrita a mano son muy importantes. No se pierde de vista el proceso de lectura de poesías, de los tachones o de las palabras que se piden prestadas a la hora de escribir.

El concepto de encenderse como en un fuego forestal es presentado desde el inicio. La película nos propone conocer que existe un momento puro de “prenderse fuego” en el amor, de entregarse y saber que no hay marcha atrás.

Este largometraje no pierde oportunidad de contarnos el amor y de las relaciones también desde el lado de lo cómico y torpe. Sin dudas, y como nos gusta decir, una película de visado necesario en este 37° Mar del Plata Film Festival.

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