Desde la tierra del sol naciente hoy hablaremos de “Perfect Blue”, un clásico animado que nada tiene que envidiarle a Disney ni a Hollywood.
Mima Kirigoe es la simpática y popular cantante del famoso grupo de pop japonés CHAM. En una de sus presentaciones Mima anuncia que dejará el grupo para emprender una nueva carrera como actriz.
Pide comprensión y apoyo en su nueva carrera, pero esto no será suficiente, ya que causará malestar entre sus fans; especialmente para Me–manía, un fan con el rosto deforme que sigue sus pasos obsesivamente a tal punto de acosarla y tratarla de traidora.
De allí en más, la personaje principal transitará su vida como actriz de la manera más difícil. Caerá en una fuerte depresión cuestionando su identidad y confundiendo la realidad con los sueños. Todo esto tendrá resultados inesperados y trágicos.
La animación japonesa o el animé nos ha dado verdaderas obras de arte y esta no es la excepción. Dirigida por Satoshi Kon, “Perfect Blue” (1997) es un thriller psicológico de comienzo a fin. Si bien durante los primeros minutos parece ser la historia insípida de algún grupo pop, se va trasformando de a poco en algo más sórdido y por momentos fuerte para el espectador, quien quizás, desvíe la mirada.
Su director al momento de su triste deceso nos ha dejado otras grandes obras como “Tokyo Godfathers” (2003) y “Paprika” (2006). En esta última juega, como lo hace en “Perfect Blue”, con la percepción de la realidad y los sueños. Ambas cosas se confunden y provocan en la mente humana resultados catastróficos.
Como último dato se rumorea que Darren Aronofsky habría comprado los derechos para realizar “El Cisne Negro”. De hecho, si hacemos el experimento de ver las dos películas notaremos ciertos puntos en común, pero siempre será mejor la idea original. Así que quítensen los prejuicios con respecto al anime que en este caso no es para niños y disfruten de esta gran película.